10 de noviembre de 2025
Picharo
Voluntario de Colombia
En Colombia, era soldado profesional en una brigada móvil, combatiendo a la insurgencia y colaborando en la lucha contra el narcotráfico. Cuando estalló la guerra aquí, seguí las noticias. A través de las redes sociales supe que mis amigos ya estaban en Ucrania. Me reuní con mi sargento Ortiz gracias a él, llegué hasta aquí. Compré billetes de Bogotá a Madrid, de Madrid a Varsovia y desde Varsovia, llegué a la ciudad ucraniana de Ternópil.
El servicio en el ejército ucraniano comenzó con el entrenamiento básico, durante el cual adquirimos experiencia valiosa: nos enseñaron a combatir drones. En Colombia no era así. También nos enseñaron a manejar armamento más moderno que desconocíamos.
Vinimos aquí para detener a rusia, un estado agresor que quiere apoderarse de estas hermosas tierras. Porque si rusia se apodera de Ucrania, no se detendrá y seguirá atacando a otros países. Esto no se puede permitir. Ucrania debe ganar la guerra, porque es un estado que no se rinde. Los ucranianos luchan por su libertad, por sus hijos, que deben seguir siendo ucranianos y vivir en un país libre. Creo que rusia no debe ganar, porque es un estado agresor.
Cuando llegué a Ucrania, me sentí inmediatamente como un invitado de honor. Los ucranianos nos tratan con gran respeto. Somos como hermanos. Nuestros comandantes son personas maravillosas. Nunca nadie me ha tratado mal. La propaganda rusa miente. Aquí, todos los extranjeros son bien recibidos, los salarios se pagan puntualmente, todo es honesto y humano. Los civiles ucranianos nos tratan con gran calidez. Nos abrazan, nos dan las gracias y tratan de apoyarnos de diversas maneras.
Tres consejos para quienes quieran venir:
Primero, prepárense psicológicamente.
Segundo, entrenen su cuerpo, porque el entrenamiento físico es importante aquí.
Y tercero, prepárense para ver algo que nunca antes han visto. Porque la guerra en Ucrania es de otra dimensión.
¡Gloria a Ucrania!