Me enteré del reclutamiento de voluntarios para las Fuerzas de Defensa de Ucrania por redes sociales, y luego me enteré de los detalles por amigos que ya estaban aquí.

El entrenamiento militar fue muy completo. Nos enseñaron diversas técnicas de combate y a usar las diversas armas de nuestra unidad. Trabajamos con AK-47, M-16, “Pokémon” (nombre coloquial de la ametralladora Kalashnikov modernizada) y otras ametralladoras. Aunque aquí la guerra se libra principalmente con drones y artillería de largo alcance.

también recibimos una formación exhaustiva en medicina táctica. Ahora, en caso de lesión o herida, puedo brindar primeros auxilios calificados a mis compañeros o a mí mismo.

El equipo que nos dieron aquí es muy bueno. Nos dieron de todo, desde un casco hasta botas. También nos dieron mochilas de asalto, botiquines de primeros auxilios y ropa para diferentes condiciones climáticas. Por ejemplo, ropa de verano y dos conjuntos de invierno. Son diferentes; Es muy bueno que uno pueda protegerse del clima. Todo es camuflado.

El proceso de adaptación fue bueno. Los comandantes nos tratan correctamente, sin groserías. En general la relación con los ucranianos es muy buena. Incluso si no entendemos el idioma del otro, siempre trabaja con nosotros un traductor. Nunca hemos tenido problemas ni peleas. Nos ayudamos y nos cubrimos mutuamente en las posiciones de combate. Allí nos convertimos en una sola familia.

¡Gloria a Ucrania! ¡Gloria a los héroes!