- Me enteré de la guerra en Ucrania por las noticias, justo cuando comenzó la invasión rusa a gran escala. Entonces, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, hizo un llamamiento a los extranjeros para que se unieran a la defensa de Ucrania. Supe: este era mi momento. Un conocido mío ya formaba parte de la Legión Internacional de las Fuerzas de Defensa de Ucrania y fue él quien me contó más sobre esta oportunidad.

Me impresionó el alto nivel de entrenamiento, especialmente el médico; superó con creces mis expectativas. Otra gran impresión fue el entrenamiento táctico. El ejército ucraniano combinó hábilmente los estándares de la OTAN con la adaptación a las realidades del frente, dejando atrás con eficacia los anticuados enfoques soviéticos. Fue muy interesante y útil aprender nuevos enfoques que desconocía.

La preparación psicológica y la condición física son clave. Esto no es un juego. Es una guerra donde cada error puede costar una vida. Pero estaba mentalmente preparado y sabía por qué iba. La Legión Internacional me proporciona todo lo que necesito: desde calcetines hasta equipo de invierno y verano, desde ropa interior térmica hasta chaleco antibalas. Todo se entrega inmediatamente al llegar. Llegué con mi propio equipo, pero en realidad no lo necesitaban; todo ya estaba esperando aquí.

Trabajé en inteligencia, en primera línea, en apoyo de fuego. Los militares ucranianos son profesionales que siempre están dispuestos a ayudar. Sigo en contacto con muchos de ellos.

Si piensas unirte, hazlo con sinceridad y con la convicción de que esta es una verdadera guerra por la libertad; siempre habrá un lugar para ti aquí.

¡Gloria a Ucrania!