Soy el comandante del grupo de asalto del 23.er batallón independiente. Después de informarme en línea sobre cómo unirse al ejército ucraniano, un grupo de amigos y yo recibimos información adicional por correo electrónico y vinimos aquí.

Nací en Perú, pero he vivido en España durante los últimos 12 años. Serví en el ejército peruano y en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, y he estado en Irak y Afganistán. Tengo 25 años de experiencia militar en diferentes países y situaciones. Me fui de casa temprano y tengo experiencia viajando a diferentes regiones, por lo que me adapto fácilmente a nuevos lugares.

Aquí, en Ucrania, estoy obteniendo un título de maestría militar, es decir, un nivel mucho más alto. Esta es una guerra de alta tecnología, que amplía significativamente la experiencia de combate. Participamos en una guerra que formará parte de los libros de texto de historia. Aquí, la guerra más moderna se basa en drones y armas tecnológicas. Y contamos con las armas adecuadas y el equipo de alta calidad. Tenemos ropa de invierno y de verano, pero lo principal es la seguridad: cascos, chalecos antibalas, munición; todo es de primera calidad.

Dejamos nuestros hogares y familias para ayudar a Ucrania, y los ucranianos lo agradecen. Su gratitud es increíble. Vienen a defender un país que fue atacado injustamente. No tiene precio.

Para quienes quieran ir, tengo dos consejos. El primero es la honestidad consigo mismos.

Siempre les digo a mis hermanos: sean honestos consigo mismos. Si son capaces de escupirle a la muerte, vengan. El segundo es la honestidad con su familia. Si cumplen estas dos condiciones, bienvenidos. Los necesitamos aquí.

Ucrania ganará esta guerra gracias al valiente corazón de los ucranianos. Se puede entrenar el cuerpo y la mente, pero es imposible entrenar el patriotismo y el corazón de alguien que defiende su hogar, su familia. Un soldado ucraniano en una trinchera piensa en su esposa, sus hijos, sus padres... Y nadie podrá resistir ante esta fuerza. Por lo tanto, Ucrania vencerá.

¡Gloria a Ucrania!